Solicitan amparo al Araterko por unas labores de desinsectación

A la hora de tener un piso alquilado los conflictos entre arrendatario y arrendador cuando se estropea una lavadora o la cerradura suelen ser habituales. ¿Quién se encarga del arreglo? Uno dirá que es por el uso y el otro asegurará que es por la mala utilización y el conflicto está generado. Pues una situación similar ha sufrido una vecina que se ha visto obligada a solicitar ayuda al Ararteko, ya que Alokabide le pasó una factura de 689,70€  por un trabajo de fumigación de cucarachas.

La plaga comenzó en 2021 cuando la vecina informó a la institución pública de la presencia de este insecto en su domicilio.

Una vez puesta en contacto con la sociedad pública de alquiler del Gobierno Vasco, esta contrató los servicios de una empresa de control de plagas para hacerse cargo de la situación. La sorpresa fue cuando, una vez terminadas las labores de desinsectación, Alokabide le pasó a la afectada el recibo.

La inquilina declinó hacerse cargo de esta factura, ya que residía en el inmueble desde el 2019 y solicitó el amparo al defensor del pueblo del País Vasco para que tomará riendas en el asunto.

¿Quién paga las labores de desinsectación en un piso alquilado?

Según la Ley de Arrendamientos Urbanos, el arrendador está obligado a efectuar las reparaciones necesarias para conservar la vivienda en las condiciones de habitabilidad adecuadas.

A juicio del Ararteko, si la persona alquilada debe devolver el domicilio que habita en perfectas condiciones durante el tiempo que dura el contrato, justo es también que el dueño del inmueble realice las reparaciones necesarias para conservar la vivienda en perfectas condiciones. De esta forma, el Defensor del Pueblo alegó que no existe ningún informe que achacase que la inquilina haya hecho un uso inapropiado de la inmueble que justifique el pago y por eso solicitó que no se le imputará ese recibo.

Con el fin de discernir una solución y dar por zanjado el asunto, se solicitó ayuda al Departamento de Vivienda que, tras realizar un informe, no vio ningún aspecto reseñable que pudiera culpar a la inquilina. De esta forma, Alokabide anunció que se hace cargo de la factura emitida por la empresa de control de plagas referente a las labores de fumigación de cucarachas.

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