Malas noticias las que llegan desde Santurtzi. Esta localidad perteneciente al Gran Bilbao ha detectado un aumento de la plaga de ratas respecto al año anterior. Unos datos que han sido recabados gracias a los tres dispositivos ubicados a los largo del municipio para controlar esta especie.
Según datos facilitados por el consistorio, en 2020 hubo un incremento de la actividad de este roedor. Las trampas eliminaron un total de 481 roedores frente a los 427 del año anterior.
Gracias a estas labores de desratización se ha evitado una colonia de entre 1.443-1.924 ratas. Estos números se calculan según la estimación de que por cada rata atrapada se eliminan alrededor de 3-4 roedores debido a su gran capacidad reproductora.
Actualmente, esta localidad del Gran Bilbao dispone de tres aparatos distribuidos por todo el municipio. Uno es fijo y los otros dos se van moviendo por Santurtzi según necesidades. En concreto, el dispositivo fijo, ubicado en La Portalada, alcanzó una media de 24,8 capturas al mes, lo que significa cerca de 300 al año. Por su parte, los terminales móviles, colocados en Lauaxeta (Kabiezes) y en San Juan, recopilaron unos datos de 4,3 capturas al mes (unos 51 el año) y 10,8 (unos 130) respectivamente.
A pesar de que los datos no son nada halagüeños, desde el Consistorio califican como un éxito este tipo de servicios. Gracias a las labores de control y eliminación de ratas realizadas, la población está controlada y se evita que salgan a la superficie.
Desratizaciones en el Gran Bilbao
La instalación de estas trampas comenzó en 2016, cuando de forma pionera en Bizkaia, el ayuntamiento decidió apostar por este mecanismo para registrar/eliminar el volumen de roedores. El funcionamiento de este dispositivo es muy sencillo, se coloca en el alcantarillo y mediante un disparo causa la muerte del animal de manera instantánea.
Hasta la apuesta en marchar de este tipo de sistema, en Santurtzi se ejecutaban tres batidas anuales, sin contar las realizadas tras recibir avisos vecinales. El empleo de estos terminales no viene a sustituir los métodos tradicionales sino a ser un complemento con el objetivo de efectuar una labor más precisa. La apuesta por el empleo de estas trampas también viene precedida por el cambio en la legislación que va a eliminar, poco a poco, el uso de rodenticidas anticoagulantes, uno de los métodos utilizados.
Además, el poder contar con un servicio que está activo las 24 horas, los 365 días del año es un plus ya que mejora las labores de desratización. Asimismo, la posibilidad de trasladarlas de un punto a otro permite abarcar zonas donde se detecte una mayor presencia de roedores y controlar su población.
Las empresas de control de plagas están en constante evolución para crear unos mecanismos de eliminación de ratas eficaces y respetuosos con el medio ambiente. La apuesta por estos sistemas que cumplan con la normativa y no pierdan sus propiedades está cada vez más en boca de los profesionales, siendo este municipio del Gran Bilbao un buen ejemplo de ello.